Tenemos una carga de energía asignada, Armstrong le llamaba los latidos
contados de cada cual; es nuestra responsabilidad utilizarla con medida
y no desperdiciarla. Somos conductores de la fuerza Divina, tendremos
acceso a ella siempre y cuando estemos conectados conscientemente,
eliminando algunas interferencias:
1- Deja ir a personas que
sólo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas,
miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su
basura, procura que no sea en tu mente.
2- Paga tus cuentas a
tiempo. Al mismo tiempo cobra a quién te debe o elige dejarlo ir, si ya
es imposible cobrarle. Las deudas no caducan con el tiempo, aunque la
ley te proteja; sé responsable, es mejor hacer un plazo de céntimo a
céntimo, que perder tu preciada energía y tu palabra.
3- Cumple
tus promesas. Si no has cumplido, pregúntate por qué tienes
resistencia. Siempre tienes derecho a cambiar de opinión, a disculparte,
a compensar, a re negociar y a ofrecer otra alternativa hacia una
promesa no cumplida; aunque no como costumbre. La forma más fácil de
evitar el no cumplir con algo que no quieres hacer, es decir NO desde el
principio.
4- Elimina en lo posible y delega aquellas tareas
que no prefieres hacer y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas.
Aunque no debes de huir de responsabilidades y no todo el tiempo es
factible, muchas veces por puro control o por no darnos el permiso,
seguimos perdiendo tiempo en nimiedades y abandonando lo verdaderamente
significante en nuestras vidas.
5- Date permiso para descansar
si estás en un momento que lo necesitas y date permiso para actuar si
estás en un momento de oportunidad. La naturaleza, tiene ritmos y tu
vida también. No actuar en el momento erróneo te quita energía y no
parar cuando lo necesitas, también.
6- Tira, recoge y organiza,
nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas
del pasado que ya no necesitas. Uno por uno, toma cada papel, cada
recuerdo y hasta cada sueño y elige.
7- Da prioridad a tu
salud, sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al máximo, no puedes
hacer mucho. Toma sol por las tardes, medita, respira, báñate en el mar,
haz ejercicio en la naturaleza, escucha tu cuerpo y elimina las
toxinas. Haz una cita médica y mira si te faltan minerales o vitaminas.
Aliméntate con comidas orgánicas (sin pesticidas) y frescas; trabaja en
la prevención para evitar la crisis de una enfermedad (un aviso un
cuerpo sin energía).
8- Enfrenta las situaciones tóxicas que
estás tolerando, desde rescatar a un amigo o a un familiar, hasta
tolerar acciones negativas de una pareja; y toma la acción necesaria.
Resignarte a una situación y sentirte que no tienes control, sólo
conseguirá drenarte.
9- Acepta. No es resignación, pero nada te
hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación
que no puedes cambiar. Entregar a Dios, siempre puedes elegir tu camino y
fluir sin apegos hasta llegar a tu orilla a salvo.
10-Perdona, deja ir una situación que te esté causando dolor, siempre puedes elegir dejar el dolor del recuerdo.
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